LLUEVE...
Las
perlas del cielo
dejan
cercos de arcoiris
al
trasluz.
No entristece
la oscura nube.
Rezuma
vida.
Esperanza.
Frescor...
Mi
mirada se pierde en el horizonte
donde el
mar, casi siempre añil,
se ha
vuelto gris:
Espejo del
cobijo de su techo.
Refresca
el aire.
El olor
a tierra mojada
es
un perfume que embriaga.
Se
aplaca la prisa.
Se
aspira paz...
Deseos
de calor.
Hogar.
Tibieza
en las almas.
Todo se
nutre.
Ensalza.
Limpia...
La noche
acecha
Y con
ella,
la música pertinaz
se
acelera
hasta
parecer una cascada de alegría
que
desborda las aceras.
Las
ventanas, cerradas, acogen
el nuevo
manto que las abrillanta
dejando
surcos, dibujos, melodías
que van
desde un allegro a un piciccato...
Reposando
en un largo mantel
de
espuma en la orilla del mar.
Todo es
música...
“todo
hace música”...- dice mi hijito- ...
Y
comienza su acompañamiento de fondo
con
imaginaria secuencia de orquesta
que dirige con
rítmico movimiento.
Como el
balanceo de las palmeras
que
juegan a besarse en la Avenida,
en una
larga cinta de oxigeno
ante mi
balcón.
******
NIEVES
Mª MERINO GUERRA
GRAN
CANARIA- ESPAÑA
16 ABRIL
2012
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