RESUCITÓ
Aquél grito desgarrador rompió la noche
y el Velo sagrado del Templo sin tiempo.
Acontecía según las arcanas profecías,
Era el HIJO DEL HOMBRE quien moría
por la verdad y el amor. Era el Mesías.
Su madre y sus amigos no abandonan
al Jesús de Nazaret en su cruel agonía.
Arropan y lavan sus heridas en sudario
empapado de lágrimas y desconsuelo.
Todo se nubló aquella tarde aciaga.
Lloraban Cielo y Tierra el desatino.
En sepulcro escondido y vigilado
escoltaban soldados su martirio.
Pasaron tres días y dos noches
de esperanza y duelo descarnado
solo con fieles mujeres a su lado
sin más plañideras que sus almas
de madre y leal amiga en su letargo.
Llegó el amanecer del tercer día
Y una de las Marías fue a buscarlo
encontrando su tumba allí vacía.
Sus lágrimas empañan la mirada
creyendo ver el resplandor del sol
cegada en su dolor y desconcierto.
Jesús dice su nombre. Ella le mira
y pronto reconoce a aquél Maestro
que le enseñó a creer en Nueva Vida
de amor y justicia en su Evangelio.
Resucitó y venció a toda muerte
vacía y sin sentido en el Sheol
eternizando así el AMOR de Dios
toda la Humanidad sin excepciones.
Y SEGÚN SU VOLUNTAD…
¡RESUCITÓ!
Nieves María Merino Guerra
Gran Canaria- España
25-03-2013
Muy bello amiga, te dejo un abrazo y un beso, Felicidades y gracias por compartir tus poemas y textos
ResponderEliminarDe mucha pasión, amiga. Mucho gusto.
ResponderEliminarBeso