18 oct 2012

Carta de un León a otro - Juan Carlos Baglietto


LOBO ASESINO
(Narrativa neo-barroca)
Ojos de hiel. Cruel instinto sin alma. Impune. Su mirada agresiva y salpicada su faz  por la nieve lejos de debilitarlo en la helada penumbra lo fortalece y engríe. Se detiene. Observa acechando a su presa y la olfatea, la persigue escondiendo su fiereza con aparente mansedumbre  tras la sombra de la hipocresía que le sostiene. Terror y pesadilla aprovecha la soledad y desolación que percibe a su alrededor. Lobo al que solo vemos su rostro verdadero bajo la cristalina lente del corazón para escudriñar con audacia su naturaleza sin máscara humana enfureciéndose y amedrentando al saberse advertido. Es el que acecha con sabor a muerte. El que es demonio y sombra horrorizando las noches silenciosas y amaneceres de ermitorio vivir temiendo en la vulnerabilidad el ataque de su ambición sanguinaria despojando de todo, incluso la vida con ansiedad y avaricia insaciable… se acrecienta su vanidad ante el pánico gris envolvente que conoce con la certeza de que sus zarpas y colmillos atravesarán la yugular. Es el lobo sanguinario que atormenta con mirada fría y desafiante a quienes escoge. El que se burla y esconde en la noche donde se pasea junto a la altivez de quien sabe que la sombra  le cobija. Aúlla a la luna llena desde lo más alto retándola cuando aparece con su luz cegadora por no poder poseerla quedando al descubierto su locura. Cobarde al alba se esconde esperando en su madriguera relamiendo su éxito malsano con las entrañas de su víctima, satisfecho solo por el momento latiendo aun viva en su estómago insaciable e inhumano. Victorioso, se sonríe irónico cerrando sus párpados con la simplicidad serena e indigna digiriendo y durmiendo plácidamente sin conciencia: todo en él está justificado, mutiladas su empatía y animalidad equilibrada.

Nieves Merino Guerra
 Gran Canaria – España
14-10-2012