AMOR EN LA DISTANCIA

AMOR EN LA DISTANCIA...


No hay fronteras, amado mío,
porque nuestros corazones
están fundidos en uno.
Tu dulzura es mi alimento.
Tu ternura, es mi bebida.
Siento que llenas mi vida
en nuestro amor puro y santo.
.
Amor que sueña ideales
de pasiones que estremecen.
De entrega sublime, amado,
en la vida y en la muerte.

Estás presente, conmigo.
Siempre, siempre presente,
Y real como la Tierra
que nos acoge y consiente
en cada latido, en cada paso
que doy aquí, y en mi mente...

Y estás a mi lado: ¡¡¡ siénteme !!!
¿O acaso no me ves,
no hueles mi perfume,
no sientes mi piel en la tuya
ni mi mirada en tu rostro ?...

Te veo, te escucho, te palpo,
saboreo tus requiebros
como la dulce miel que alivia
las amarguras, los miedos...

No hay lenguas que nos separen.
Ni costumbres, ni distancias...
Tenemos nuestro lenguaje.
Íntimo, creador de danzas
que bailamos comprendidos,
sin ausencias ni distancias.

Todo es uno entre nosotros.
Enlazados tiernamente
con nuestras propias costumbres,
ideales, sueños, suertes...

Amarte y amarme, sí...
con ternura y con deleite
en cada gesto diario.
Hablando y calladamente.

No hay soledad si se ama.
No hay silencios ni amarguras...
Hay paz, dulzura y calma.

Hay conciencia de tenerte
aquí, justito a mi lado,
mientras te escribo y te ansío
como al hombre deseado
como al amante querido,
y el compañero soñado.

No sientas, mi amor, te ruego,
que estamos tan separados
Ni sientas ése vacío.
¡¡ Mírame en tí, mi amado!!


Nieves María Merino Guerra